sábado, 9 de mayo de 2009

TEATRO.





Teatro, Drama y Espectáculo son tres conceptos estrechamente relacionados y frecuentemente utilizados como sinónimos cuando no como comodines aplicables indistintamente a cualquier actividad ficcional que se desarrolle en directo ante los ojos de un público. Existe una evidente dificultad de acuerdo entre los estudiosos a la hora de definir los límites de cada uno de estos conceptos y su significado en el mundo medieval y renacentista. Esta dificultad, síntoma de la riqueza y complejidad del hecho teatral, obliga a quien pretenda abordar el estudio del teatro en este período a definir el campo de actuación, fijar sus límites y concretar el significado de los conceptos que se manejan. Los primeros estudiosos que en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX se interesaron por las manifestaciones teatrales del medievo lo hicieron armados con los criterios taxonómicos del teatro moderno, criterios que, a nadie se le escapa, no existían en la época estudiada. Se presenta por tanto otra dificultad, no sólo hay que definir los conceptos que manejamos sino también intentar averiguar qué es lo que la Edad Media y el Renacimiento entendieron por Teatro. La primera generación de estudios modernos sobre el teatro medieval, influida por las teorías de Fustel de Coulanges sobre la función de la religión en las sociedades antiguas y por el conocimiento del papel que el ritual religioso había jugado en la aparición del teatro griego, quiso ver su origen en la liturgia cristiana. En los oficios litúrgicos la historia relatada lleva en sí el germen de la acción dramática pero con la aparición de los tropos se introdujo el diálogo, el otro componente básico del teatro occidental. De acuerdo con esta tesis, los tropos fueron evolucionando hasta convertirse en verdaderas piezas teatrales (dramas litúrgicos) con vestuario, escenografía y atrezzo. El primero de los tropos que se habría convertido en drama sería el Quem Quaeritis, diálogo musical entre las Marías que acuden al sepulcro de Cristo y el ángel que lo custodia cantado en el curso de la ceremonia litúrgica de la Visitatio sepulchri. La representación habría ido evolucionando por agregación y elaboración de nuevos elementos hasta convertirse en un drama secularizado con la utilización de las lenguas romances y la introducción de elementos profanos y cómicos (escenas del unguentarius). Tendríamos así un embrión del que surgirían tanto el teatro religioso posterior, que pronto abandona las iglesias para trasladarse al claustro y al atrio primero y a la plaza pública más tarde, como el teatro profano que no haría sino desarrollar la veta cómica del teatro religioso. Los análisis más recientes coinciden sin embargo en destacar que los denominados dramas litúrgicos sufren a partir del siglo XIII un proceso de esclerotización y anquilosamiento, incluso con cierta tendencia a la simplificación, sin que se vean indicios de evolución que puedan conducir hacia el teatro vernáculo posterior, aunque es cierto que en algunos lugares como en Rouen la documentación permite seguir paso a paso el proceso mediante el cual la ceremonia clerical pasa a convertirse en un espectáculo público en el período que va desde finales del XIII a mediados del XV. Por otra parte la larga pervivencia de los dramas litúrgicos –hasta Trento–, conviviendo además formas muy simples con otras más complicadas, y la coexistencia en los siglos bajomedievales de los dramas litúrgicos y los Misterios pone en tela de juicio la tesis monogenista y evolucionista de Chambers y Young que suponía que los Misterios bajomedievales son fruto de la progresiva evolución de los dramas litúrgicos. Hay que tener en cuenta también que aunque ceremonias como la Visitatio Sepulchri tengan para nosotros rasgos que las aproximen al teatro clásico y puedan ser representadas en la actualidad como espectáculos teatrales, ello no prueba que sean el origen del teatro moderno. Nada de esto estaba en la mente de sus creadores en cuyo horizonte de expectativas no cabían tales categorías, para ellos era simplemente liturgia y ceremonia, el valor teatral fue algo añadido por los estudiosos modernos al creer descubrir en ellas la semilla originaria del teatro. Si la Iglesia, que desde Tertuliano y Crisóstomo condena no sólo el teatro sino toda forma de espectáculo público, admite y difunde estas ceremonias dramáticas, es precisamente porque no las considera teatro. En los últimos años se ha extendido entre los historiadores del teatro medieval la denominada “Nueva concepción global”, poligenista, la cual reconoce la existencia de tradiciones diversas en la dramática medieval (religiosa y litúrgica, popular y folclórica, culta y clasicista) que, sin duda, experimentaron influencias recíprocas y un mutuo enriquecimiento. Así lo expresa la profesora Eva Castro en un trabajo de 1996: “En general, hoy se opera con una nueva premisa, que consiste en descartar la idea de que el drama litúrgico fue el elemento nuclear de las manifestaciones teatrales de la Edad Media, y asumir su reconocimiento como una expresión más de la teatralidad de aquella época, en la que coexistieron tradiciones heterogéneas de orígenes diferentes (como la litúrgica, la religiosa del drama, la popular de los Mummers, la folclórica de las fiestas estacionales y combates rituales, la culta y clasicista de Rosvita y la comedia del siglo XII); esto no significa que no hubiera influjos recíprocos que contribuyeron al mutuo enriquecimiento de cada una de estas expresiones. Asumida, pues, esta nueva propuesta, los estudios más recientes sobre el drama litúrgico se centran en perfilar la especificidad de esta manifestación y descifrar la concepción teatral que lo promovió”. Si es que realmente existía una concepción teatral, ya que por lo que sabemos, la Edad Media tuvo, al menos desde San Isidoro, una lamentable confusión sobre lo que había sido el teatro greco-romano del que se creía comúnmente que consistía tan sólo en la recitación pública de la obra por parte de un lector. Es un tópico también en la patrística y las disposiciones regulatorias de papas, sínodos y concilios, la condena violenta del teatro, entonces identificado con la actividad de mimos e histriones que habían desplazado a los géneros clásicos en la etapa final del mundo antiguo, y en general la oposición a todo tipo de espectáculo, goce al fin y al cabo de los sentidos y, por tanto, para algunos sectores de la Iglesia potencialmente pecaminoso. Incluso los tropos y los dramas litúrgicos fueron atacados por sectores ultraortodoxos, por encontrarse en el límite de lo que San Bernardo llamaba “vanas florituras”, aunque se mantuvieron por su eficacia catequética –y plástica–. Nada, sin embargo, hace pensar que los hombres de la Edad Media relacionaran estas ceremonias con lo que sabían del teatro antiguo, sólo a finales del siglo XII, y como excepción, tenemos algunos indicios de que en ciertos círculos eruditos (Fleury, Hilario y sus seguidores, Honorio de Autun, Juan de Salisbury…) se recuperó una noción correcta de lo que había sido el teatro en la Antigüedad y se vislumbró cierta relación con lo que se hacía en las iglesias. En la Edad Media lo que hoy llamamos de forma quizá abusiva teatro se designa con un vocabulario variable (ordo, ludus, jeu, play, spel, en la Península representación y, más tarde, misterio) que hace alusión en general a una interpretación reglamentada pero que muestra escasos vínculos con la terminología teatral empleada en el mundo clásico que sólo se recuperará coherentemente en el Renacimiento. La famosa rúbrica del Ordo prophetarum de Riga (1205) en la que se relaciona el Ordo con el teatro romano (“ludus prophetarum ordinatissimus, quem latini comoediam vocant”) se ha demostrado que es en realidad una interpolación del siglo XVI por lo que no puede ser tomada, según se había venido haciendo, como testimonio de una percepción del carácter teatral de estas ceremonias en la época medieval. Hablar por tanto de Teatro medieval no pasa de ser una ficción conceptual de la historiografía contemporánea. Para algunos, como Luigi Allegri, el teatro medieval no existe ya que este tipo de manifestaciones no son teatro sino ceremonia y espectáculo. La Edad Media careció de Teatro, con mayúscula, pero a cambio procedió a teatralizar los principales acontecimientos de la vida. La liturgia, la muerte, las entradas de personajes reales en las ciudades, los torneos, las fiestas... se rodean de un complejo aparato espectacular integrado frecuentemente por recursos escenográficos que hoy consideramos teatrales, incluyendo diálogos, acción, etc. El mundo medieval, y aún el del Renacimiento, concibe las relaciones sociales como un espectáculo y la teatralidad lo invade todo. Los funerales, por ejemplo, eran un auténtico espectáculo público con sus coros de plañideras, procesiones de cirios y cortejos de deudos y criados; en ellos más de una vez fue sustituido el difunto por una persona viva, que representaba diferentes momentos de su vida e incluso ocupaba su lugar en el sepulcro. La liturgia, ilustra de forma ejemplar esta tendencia: espectacular en sus más ínfimos detalles, significa las verdades de la fe mediante un juego complejo que estimula las percepciones auditivas (música, cánticos, lectura) y visuales (edificio, vestidos, gestos, baile) lo mismo que táctiles (beso de reliquias y santos etc.) y olorosas (incienso, flores, etc.). También la ceremonia feudal del homenaje constituye una escenificación que podríamos calificar de teatral, al igual que los Juicios de Dios, o los Banquetes reales y nobiliarios. Allegri habla de una “teatralidad difusa”, concepto equivalente a la “teatralidad generalizada” de Paul Zumthor o a la “teatralidad segunda” de Manuel Sito Alba. Sólo a partir del siglo XV aparece una especialización teatral en el sentido que damos hoy a esta palabra, antes de esta época no hay frontera alguna. No la hay en la práctica escénica ni a nivel de texto literario. Hasta la centuria final de la Edad Media no existe propiamente un género teatral, la práctica de la lectura pública hace que todo texto poético entre los siglos XI y XV sea un mimo, y por tanto teatro. La existencia de pasajes narrativos en estos textos no supone necesariamente como pensaban Chambers y Roy que hubiera un animador que intervenía entre los actores sino que lo que prueba es que en aquel momento el lenguaje narrativo no era menos “teatral” que el poético y la distinción entre ambos solamente aparece en los siglos XV y XVI. Sólo “desde entonces, finalmente, un teatro, en todo Occidente, nace en el seno de la teatralidad ambiente”. Como señala Auerbach, todos los textos medievales, tanto latinos como romances, se caracterizan por su sentido comunitario y en su transmisión prima la inmediatez, no hay distancia entre el que lee y el que escribe: “Nosotros todos, aquí y ahora”. Más que de lectura, en la Edad Media hay que hablar de performance, término con el que Zumthor designa «la acción vocal en virtud de la cual el texto poético se transmite a sus destinatarios». En el mundo medieval, en lugar de literatura lo que tenemos es una oratura, ya que todas las piezas literarias, al menos en los primeros siglos de la Edad Media, pasaron por una fase oral que constituía una de las finalidades de los textos, porque su lectura pública era el proceso usual de comunicación. Y la comunicación pública requiere técnicas especiales, modulación de la voz, gesticulación, énfasis, impostación... muy similares a las que se utilizan en la escena. Hay que tener esto en cuenta especialmente cuando se analiza la lírica gallego-portuguesa que esconde, como luego veremos, un trasfondo dramático por el modo en que se transmitía. Tenemos que admitir que casi cualquier texto medieval en latín o romance tuvo un carácter dramático porque su medio de difusión funciona con parámetros de naturaleza teatral. Esta característica no es aleatoria sino que forma parte, por así decirlo, de la misma esencia del texto. El estilo oral característico de la cultura medieval explica la repetición constante de ciertas fórmulas, expresiones y situaciones y el uso sistemático del tratamiento directo y de efectos auditivos. La aparición en la poesía de vocativos, diálogos y oyentes ficticios, demuestra que las obras han sido pensadas para su lectura pública y, en ocasiones, el auditorio aparece citado como testigo de la situación de diálogo y se introducen referencias al ambiente en el que se está leyendo-representando. No hay que olvidar tampoco que a menudo los textos son polivalentes, pueden utilizarse en diferentes composiciones y transmitirse de maneras diferentes. El texto de una Pasión hagiográfica, por ejemplo, puede ser leído simplemente en alta voz por un juglar, recitado en forma de diálogo o representado con actores y escenografía, y lo mismo sucede con las comedias terencianas de Rosvita, los sermones dramáticos o las canciones de gesta. La noción moderna de “Teatro” implica un acto público en el que se fusionan dos formas de expresión diferentes: la literaria y la espectacular. El drama medieval, sin embargo, favorece la representación, el espectáculo, en detrimento del texto dramático. Aunque durante los siglos XII al XV tiene lugar un proceso de cristalización progresiva del texto que adquiere una cierta autonomía poética, éste no se independiza hasta finales del siglo XV en obras como la Passion francesa de Arnoul Grèban, uno de los textos poéticos más importantes de la Edad Media, a la vez dramático y lírico, realista y bufonesco. En los comienzos, sin embargo, la didascalia juega el papel fundamental, frente al carácter estático del diálogo. En obras como el Jeu d’Adam normando, la didascalia es un texto paralelo, vivo, cuya función es conativa y metalingüística. Hablar de Teatro antes del siglo XVI es peligroso por las implicaciones que el término tiene en nuestra cultura. Hoy se prefiere hablar, como Roland Barthes, de teatralidad, concepto que, no cabe duda, tiende a convertirse en cajón de sastre en el que cabe todo, porque todo en la Edad Media es “teatro”, desde los ritos bautismales hasta las ejecuciones públicas y los Autos de Fe, auténticos espectáculos en los que cada detalle está cuidado al máximo para obtener efectos dramáticos y a los que el público acudía en masa no por su carácter ejemplarizante sino por su espectacularidad. Pero decir que todo es teatro equivale en la práctica a que nada lo es. Así lo ha entendido Alan Deyermond en una ponencia en la que pretendía, con especial atención al caso español, fijar los límites de la teatralidad en el medievo y separar claramente lo que es teatro de lo que “se acerca al teatro sin serlo”, es decir lo que no cumple las condiciones que él considera necesarias en el hecho teatral (el obispillo, los torneos, la Danza de la Muerte etc.) Es necesario por tanto definir el concepto de teatro en la Edad Media y diferenciar éste del espectáculo y de la simple dramatización. Las profesoras de la Universidad de Santiago, Eva Castro y Pilar Lorenzo proponen una fórmula compuesta de cinco ingredientes: diálogo dramático, impersonation, ejecución en un espacio concreto, acotaciones y acción e intriga. Estos rasgos, por separado, pueden existir en otros géneros (el diálogo en textos narrativos, las acotaciones como indicación al lector en textos líricos etc.) por lo que es necesario que aparezcan juntos para que pueda hablarse en propiedad de teatro. No son por tanto para ellas teatro el Obispillo, las ceremonias de la Depositio y la Elevatio, y las procesiones de Ramos, Pendón y Corpus. Tampoco lo son los cantos de la Sibila, ni la actividad dramática de sermones y homilías. En cuanto al espectáculo, comparte con el teatro ciertas características (ejecución de un acto que se ofrece a la contemplación de un público, copresencia de emisor y destinatario, simultaneidad de emisión y comunicación, posibilidad de incorporar la impersonation…) lo que explica las confusiones. La distinción es correcta pero siempre que nos demos cuenta de que estamos aplicando al análisis conceptos modernos y taxonomías que no existían en la mente de los autores medievales que tan sólo pretendían llegar al público, por medio de la palabra y/o del espectáculo. Como ha señalado Díez Borque: “ni la literalidad, ni la espacialidad, ni la forma de comunicación definen por si mismas al teatro, sino la particular manera que cada época elige para relacionarlas e integrarlas”. Y la Edad Media decidió integrarlas con la vida ya que al fin y al cabo cualquier hombre sabe desde San Bernardo que el mundo es un gran teatro y todos somos actores a los ojos de Dios. No puedo pretender resolver aquí el asunto de la definición del teatro medieval. Tan sólo reconocer que mi criterio a la hora de recoger testimonios gallegos ha sido totalmente abierto ya que desde mi punto de vista, poco importa que las ceremonias, espectáculos, dramas, o como se los quiera denominar, cumplan las condiciones que en el siglo XXI asignamos a lo teatral o dejen de cumplirlas. Quizá sea mejor hablar, más que de teatro, de artes escénicas o de espectáculo pero, en todo caso, todo el mundo parece estar de acuerdo en que lo que hacen la Fura dels Baus o grupos parecidos es teatro, mientras se le niega el carácter teatral a espectáculos similares en la Edad Media y el Renacimiento. Por mi parte, con un criterio amplio de lo que creo fue la teatralidad en la época que nos ocupa, he abordado el estudio tanto del Teatro en sentido restrictivo como de cualquier espectáculo público, ceremonia, ritual o representación con contenido dramático y/o espectacular.

TEATRO.

DEFINICIÒN DEL ARTE DE LA DANZA..






Considerada una de las actividades artisticas mas antiguas del mundo, muy complejas. El mejor camino para entender la danza y sus manifestaciones consiste en exponer la acciòn de bailar, danzar. Consiste en mover el cuerpo guardando una relaciòn consciente con el espacio e impregnando de significaciòn al acto o la acciòn que los movimientos “desatan”, el concepto o la idea de la accion dancistica trae consigo el de mùsica pero no explìcito, osea no lo pone en palabras, como tanto la mùsica como la danza son acciones en el tiempo- tienen una duraciòn, cubren un lapso, son fenòmenos temporales, poseen un principio y un fin.
La danza puede sobrevivir y realizarse sin sonidos que la acompañen, por que la base de la musica, el ritmo, se expresa en la accion dancistica, en la obra de baile, incluso aunque no se oiga, se detecta visualmente..
En la definicion se detectan e interviene el ritmo, ademàs de otros elementos no especificados abiertamente bàsicos, que deben sobrevenir, que aluden en la realidad, se integran, se relacionan para que exista la danza, el arte de bailar.
La danza utiliza el movimiento como medio expresivo. La belleza de los movimientos, tanto individuales como en los conjuntos, se dan por medio de una armonìa que se respalda con exclusividad en la simetrìa y el equilibrio. Un movimiento serà bello o no, en realidad con la finalidad expresiva, y con la veracidad de respuesta dada al sentimiento que la origina.
El espacio es donde el bailarin proyecta su emocion y del cual recibe estimulo o respuesta.
La danza busca siempre que el bailarin dance por una necesidad interior, mucho màs cercana al campo espiritual que el fìsico.
En el ser humano sus movimientos van ordenàndose en tiempo y espacio, son una valvula de liberaciòn a una tumultosa vida interior que aun escapa al anàlisis, constituyen formas de expresar los sentimientos: deseos, alegrìas, pesares, gratitud, respeto, temor, poder., estos estàn relacionados con las necesidades de amparo ,abrigo, alimento, defensa, conquista, de procreaciòn, salud y comunicaciòn, asì nacen las formas artìsticas de la expresiòn: la danza, la pintura, la palabra, el teatro.
La danza aparece como un hecho colectivo, una actividad ineludible, en cuya realizaciòn cada participante se funde en la acciòn, la emociòn y el deseo con el cuerpo general de la comunidad.
¿QUÉ COMPONE A LA DANZA?
La danza, expresión imprescindible de cualquier cultura o civilizacion.
Sea cual sea la cultura o civilizacion de la que hablemos, esta siempre expresa su cosmovision de manera artistica. La danza ha sido muestra importante de la religiosidad y estetica de los pueblos, ha sido un ritual imprescindible para la satisfacción humana.
Ese sentimiento de inmensidad que el hombre tiene ante la naturaleza, o lo que lo rodea, lo hace pensar en lo divino. Siempre esta tratando de suplir una inmensa necesidad de explicar el hiperpoder del destino, y tal vez de tener contacto con él por medio del éxtasis o transe. La danza es, entonces, una sensación de poder mágico que puede revivirse cuantas veces se repita.
Es probable que el hombre bailase primero solo. La repetición de movimientos rítmicos producía en él la tan buscada sensación de extasis, un estado afectivo “sobrenatural”. Surgen luego las danzas colectivas con sus diseños geometricos: circulos, semicirculos, dos líneas frente a frente, etc. Todo acontecimiento se celebra danzando, desde el nacimiento de un niño, un casamiento, un funeral, hasta el comienzo de la siembra o de la cosecha, la caza o la guerra. Para cada ocasión, la danza ofrece el ritmo, el diseño, los pasos que mejor expresan la peculiar emocion.
Al hacerse más compleja la sociedad, de las danzas magicas van surgiendo los ritos y ceremonias religiosas (característicos de todas las culturas), en cuyo servicio la danza se hace más formal. Danzar ante los dioses en sus templos es una manera de orar. Hay evidencias documentales de que en los templos del antiguo Egipto los sacerdotes más ancianos transmitían a sus sucesores las doctrinas secretas, los misterios, por medio de danzas. Es en Egipto también donde se encuentran los primeros testimonios de la danza como mero entretenimiento.
Entre los hebreos la danza era mayormente religiosa. La Biblia cuenta que el rey David danzó ante el Arca de la Alianza para expresar su uncion religiosa. Los Salmos, en dos pasajes, mandan “alabar al señor con pandero y danza”.
Luego, en Grecia, la danza se desarrolla y alcanza más variadas aplicaciones. No sólo desempeña papel importante en todas las ceremonias religiosas y es fuente de entretenimiento, sino que de ella surge el teatro y sus diversas manifestaciones. Este nace, en efecto, del corro de campesinos que con movimientos ritmicos trillaban el trigo con los pies. El “coro”, desde las primeras formas de la tragedia, era el grupo de actores que entonaban versos al unísono al compás de movimientos rítmicos expresivos. El lugar del teatro del teatro donde el coro hacía sus evoluciones se llamaba “la orquesta”.
Los griegos usaban la danza como principal medio de adiestramiento de los soldados. Se tienen noticias de más de dieciocho formas de danzas marciales, en que se repetían, para enseñanza de los reclutas, los movimientos propios del combate individual y los colectivos del despliegue de tropas. Platón, uno de los mayores filósofos de todos los tiempos, dijo: “Cantar bien y bailar bien es ser bien educado”. Los prohombres de la antigua Grecia, estadistas y generales, poetas y dramaturgos, bailaban solos en el estadio ante miles de espectadores, con ocasión de las grandes fiestas o la celebración de la victoria.
Los romanos, imitadores de todo lo griego, copiaron las formas de las artes y filosofias griegas, mancillando a menudo su espíritu. Así, la danza, aunque usada aun en las ceremonias religiosas, se torna entre los romanos inmoral y lasciva.
EL ESPECTADOR PARTICIPANTE
Todos los humanos està vinculados al arte de la danza todas las culturas y los pueblos han instituido su pràctica, esta vinculaciòn se ha llevado directa o indirectamente por que la danza requiere de una conciencia no importa el gènero por que el bailarin expone sus movimientos y su cuerpo para que todos lo vea. La danza atrae es contagiosa, debe ser vista y percibida cualquie baile propicia una realizaciòn compartida e invita ala invitaciòn, el bailarìn se ofrece interpreta, que su cuerpo se converge en energìs y ritos exactitud y leyenda.
Los niños caminan y desean expresarse por medios dancisticos, sin saberlo mueven sus cuerpo y les dan un significado cuando los estàn viendo.
El impulso de la danza es escencial inseparable del cuerpo humano, de la mente o de la conciencia. Una hipòtesis muy dicha sobre el origen de la danza, se relaciona con los movimientos de los cuerpos con un ritmo marcados y reconocidos colectivamente por los primeros danzantes no solo del ritmo, tambièn del elemento tiempo, de todas maneras la danza como la mas antigua de las artes, materia prima , la forma integral del que hace las danzas.
El ser humano hace de ninguna manera hace arte solo para el consumo personal siempre buscarà ser visto admirado e incluso enjuiciado a la luz de sus movimientos, ademas el espectador-testigo del acto dancistico es susceptible se convierte en participante, el contagio esta comprobado, fenòmenos que la danza produce con facilidad. En danza lo colectivo es caracterìstica por que lo grupal se haya en sus sistema de organizaciòn, la danza convierte al espectador en participante.
LOS GENEROS DANCISTICOS
Segùn los grupos sociales que producen y realizan el arte de la danza o sea los que experimentan cada pieza dancistica completa surgen los siguientes gèneros
1 Danzas autoctonas
2 Danzas populares
A su vez las danzas populares, se realicen en la cuidad se subdividen en :
Danzas folkloricas o regionales y
Danzas populares Urbanas
Pero si consideramos las tècnicas elaboradas y asimiladas, aceptadas, dominadas mundialmente para que los bailarines se adiestren y puedan convertirse en profesionales o especialistas, surgen los siguientes generos:
3 Danza clasica
4 Danza moderna
5 Danza contemporanea
LAS DANZAS AUTOCTONAS
Este tipo de danzas son aún practicadas en muchas comunidades del mundo y se han conservado durante siglos o un periodo de tiempo considerable, junto con sus elementos originales: pasos, ritmos. trazos coreograficos, rutinas de montaje e interpretación, desplazamientos auxiliares, escenografía, tratamiento de pasos, etcétera; este tipo de danzas debido a sus características son representadas o ejecutadas por descendientes de las antiguas culturas o civilizaciones como: hindues, chinos, japoneses mexicanos, arabes, africanos polinesios, etcétera. Estas danzas son la que le han dado la base a otro tipo de tales como las danzas populares y teatrales, y tambien forman parte del acervo cultural de un pueblo.
A estas danzas autóctonas tambien se les ha denominado como danzas tradicionales, y por este nombre tambien se les ha menospreciado un poco, pensando que son sensillas y que cualquiera las pude ejecutar si ningun problema, sin tomar en cuenta que tienen una gran complejidad y no son cualquier pieza de tipo convencional. Para dar un ejemplo podemos tomar como ejemplo a muchas de las danzas indígenas de Mexico, las cuales poseen un grado alto de complejidad ritual, con un gran numero de formas abstractas, de significado y símbolos, en las cuales se conjuga un gran dominio en relaciones estéticas y teológicas.
En general este tipo de danzas están enfocadas a aspectos religiosos y rituales. Como ejemplo de este tipo de danzas podemos mencionar : la danza “El Pazcola” de los yaquis del estado de Sonora; o la de: “los indios Broncos” de la region de Leon, Gto.
LAS DANZAS POPULARES
Las danzas populares representan el sector más amplio , vivo y repetitivo de este arte. Podemos observar que este tipo de danzas aparecen en cualquier comunidad o núcleo social caracterizando a cada regióm, y estas logran integrar y cohesionas a los integrantes de este núcleo mediante el evento.

¿QUE SE ENTIENDE POR DANZA?.

¿QUE SE ENTIENDE POR DANZA?.
Según Marazzo, la danza recoge los elementos plásticos de los movimientos utilitarios de los seres humanos y los combinan en una composición coherente y dinámica animada por el espíritu. Esto la convierte en una obra artística. Forzosamente por tanto, para estudiar el arte del movimiento, no nos podemos limitar a estudiar un estilo u otro de danza sino que debemos abarcar :
- El conocimiento de sus medios de expresión : el cuerpo y las técnicas existentes que lo modelan hasta lo abstracto.
- El saber escoger entre la infinidad de movimientos posibles, los mejores mensajeros del pensamiento, la emoción o el tema que se pretenda desarrollar.
- El abrir una puerta a la fantasía, a los sueños y al mundo.
Observando la danza de forma global existe un:
Aspecto limitado. Técnica específica que acota de alguna manera la acción del cuerpo y su movimiento. Exige entrenamiento con métodos tradicionales comunes a las destrezas motrices. Aspecto libre. Coincidente con el mundo de la expresión, en la que no existen más límites de acción y posibilidades de movimiento que los que uno mismo quiera imponerse.
La frontera entre ambos aspectos casi nunca está clara. En mi opinión en Enseñanza Secundaria deberíamos optar por el aspecto libre, sin que esto signifique desestimar el más reglado, pero nos atenemos a objetivos de búsqueda, improvisación, creación colectiva, sentirse bien con uno mismo....y todos estos aspectos están más cercanos a la expresión.
La danza es la más antigua de todas las artes; inicialmente fue una expresión espontánea de la vida colectiva. En las civilizaciones antiguas la danza es un medio esencial de participar en las manifestaciones del sentido emocional de la tribu. La expresión del cuerpo es utilizado como modo típico de manifestación de los afectos vividos en común. En este tiempo la danza debe ser considerada como un lenguaje social y religioso, produciéndose una estrecha relación entre danzantes y espectadores. Sí la danza tiene un efecto socializante y unificador, su origen es por lo tanto de orden utilitario. Se danza para obtener la curación de enfermedades, para pedir la victoria en los combates, para asegurar una caza fructífera, etc. En esta primera forma es cuando más parecido tiene con la expresión corporal, materia artístico recreativa que actualmente ha ido ganando terreno en los esquemas de la educación. Más tarde la vida instintiva da lugar a una vida codificada pero imbuida por necesidades mágicas. Así; la danza con carácter de expresión espontánea es sustituida por una danza codificada y limitada en su aspecto expresivo. Las danzas naturales han evolucionado perdiendo la precisión de su origen y subsistiendo en forma de folklore en la herencia cultural de los países. El ballet surgió por la fusión del acróbata, el profesional, y el aristócrata, (según Dora Kriner y Roberto García). La danza moderna surgió como reacción opuesta y como necesidad de búsqueda de otras formas de expresión artística. A partir de la década de los 60/70 se inició; el boom del baile encadenado en: Jazz, aerobic, flamenco, ...con cierta importancia sociológica.
Dos caminos de llegar a la danza que se corresponden con las tendencias que han existido a lo largo de la historia, que son a su vez contradictorias :
- El tecnicismo, cuya importancia se basa en la técnica, olvidándose en ocasiones de la interpretación.
- Los que abogan por la danza natural dejando la técnica en un segundo plano o prescindiendo totalmente de ella en algunas ocasiones.
La aplicación de ésta en los centros de enseñanza debe ser un término medio entre técnica y espontaneidad o movimiento a partir de sensaciones, el objetivo es que la persona pueda expresarse y tenga una base mínima técnica que le facilite la incorporación en escuelas de Arte dramático, danza, mimo.....La danza debe considerarse una parte importante de la E.Física por sus valores estéticos, formativos y de sensibilidad que atiende.
En la actualidad las corrientes son infinitas, pero todas se pueden clasificar dentro de dos grandes ramas :
Danza clásica. También llamada académica. Sujeta a rígidas técnicas. De gran tradición. Se baila por amor al movimiento en sí, sin que este sea necesariamente un medio de expresión. La belleza forma parte de la figura humana aislada. La relación con el espacio como medio expresivo, es decir, el bailarín es un ser ideal, entregado totalmente al movimiento, cuyo mundo circundante no ejerce ninguna influencia en su ánimo. La belleza de los movimientos se da por medio de una armonía que se respalda con exclusividad en la simetría y el equilibrio.
Según Esmee Bulnes se puede dividir en :
Danza noble.
Danza de carácter. Aplicado a las danzas tradicionales y a los bailes en que se imitan los movimientos propios de una clase de personas o de alguna profesión u oficio.
Danza de semicarácter. Inspirada en los mismos movimientos que las de carácter pero realizada de acuerdo con las técnicas del baile clásico.
Danza moderna .
Iniciada por Isadora Duncan, como reacción a las rígidas normas técnicas de la danza clásica. Pretende liberarse de todos los cánones establecidos y dejar al cuerpo que se exprese libremente.
Paulina Ossona la divide en tantos estilos como creadores :
- Danza Pantomímica o expresionista.
- Danza abstracta o musical.
- Danza concreta o espacial.
- Danza plástica.
- Danza rítmica.
- Danza Jazz.
- Danza experimental.
Todas estas y las que vayan surgiendo pueden tener interés en la Educación física, sí queremos incidir en la educación integral del alumnado.
En ningún momento se menciona la danza contemporánea como tal, y es difícil hablar de ésta sin que hayan personas que no estén de acuerdo con la terminología adecuada que englobe dicha danza y ubicarla en un momento de la historia. Con el concepto contemporáneo según el diccionario del uso del español de María Moliner nos referimos a :
Coetáneo. De la misma época que una persona, un suceso, etc.. De la época actual. Por ello me he atrevido a identificar la danza contemporánea con lo que actualmente se está realizando y a la danza Moderna con el inicio de lo que fue este tipo de danza y su evolución.